De lo que no hay duda alguna, es que el capitalismo y la derecha, su brazo armado en términos ideológicos, se han venido preparando para conseguir acabar con el contrato social, con crear nuevos modelos sociales donde el imperio del mercado, de los mercados, la oligarquía financiera, galoparan sin ningún tipo de obstáculos. Es más, hasta aprendieron de los grandes pensadores de la izquierda, pero al revés, internacionalizaron la explotación e incluso eliminaron las fronteras para que sus fechorías económicas no tuvieran limites, eso sí cerraron las humanas por aquello de que el internacionalismo de la clase trabajadora estaba, según ellos, más que obsoleto.
Y mientras el capitalismo creaba una nueva derecha, y que he venido en llamar la derecha social que no es otra cosa que la aceptación del modelo reinventado del capitalismo, por una gran cantidad de la clase obrera, mientras esto sucedía, la izquierda, al menos una parte importante de la izquierda, pensaba y repensaba de cómo ayudar a que el reinvento del capitalismo fuera lo más humano posible. Así que, los lideres, que no dirigentes, del socialismo europeo, decidieron relanzar la denominada Internacional Socialista, muerta por cierto desde 1.939, parecía que al terminar la contienda bélica de 1945, nadie en Europa sintió la necesidad de “resucitarla”, y lo primero que se les ocurrió fue eliminar del programa socialista el concepto de lucha de clases.
Con el tiempo, algunos jóvenes aspirantes a socialistas, entendimos aquel falso debate de “marxismo o yo”, de lo que se trataba fundamentalmente era de eliminar todo vestigio de socialismo marxista en el socialismo español, para así colaborar a extinguir el termino marxista de la “nueva” Internacional Socialista, despojando al socialismo de uno de los pilares fundamentales en los que se asienta el mismo.
Es más, en la última reunión de la Internacional Socialista, aquella que hemos conocido, no por el debate ideológico, sino mas bien por la bronca que montó una joven socialista, Marx fue el gran olvidado, y la pregunta que me hago es ¿Cómo se puede estar hablando de socialismo, cuando a este se le desprende de sus raíces? Cuando esto ha sucedido es que el elemento ideológico queda reducido a una mera expresión gramatical vacía de contenido y, sobre todo, de autenticidad.
La denominada Internacional Socialista, está más empeñada en no «atemorizar» a los enemigos tradicionales en términos de clase, que en construir una mayoría social sobre la base de la verdadera ideología socialista y el trabajo diario, sin concesiones ni astutas argucias y de esa forma, construir la sociedad justa, igual y solidaria y, que en mi opinión es la sociedad socialista.
El capitalismo no está en crisis, como erróneamente a veces predecimos la izquierda, el capitalismo ha puesto en crisis a la sociedad, el capitalismo se va mutando continuamente, se retroalimenta de sus propias acciones. Yo diría mas, quienes estamos en crisis somos los que aspiramos a ser socialistas o al menos aquellos partidos socialistas acomodados en la Internacional Socialista, pienso que el socialismo europeo está en crisis, porque no aspiran a la transformación de la sociedad, no tienen aspiraciones distintas al capitalismo salvo algunas coyunturales sin trascendencia alguna concernientes a la realización del socialismo.
No tengo ninguna fobia especial ni malsana contra la socialdemocracia, en serio, porque esa ideología ya no oculta sus objetivos ni los disfraza. Actúa de acuerdo con sus programas. Lo que llega a irritarme, es que maliciosamente se trate de confundir la socialdemocracia con el socialismo.
Hoy la socialdemocracia es la barrera que en Europa impide el camino hacia el socialismo. Y la Internacional socialdemócrata es la gerente, centinela y guardiana celosa de la sociedad de nuestros días, con todos sus vicios, contradicciones e injusticias.
Andrés Cuevas González
Militante de IU
Presidente del PASOC